Anime Review: Gundam Build Fighters

Mi primera serie de Gundam fue Boyfriends. Emoción. 

En este universo alternativo, Gundam es un anime muy popular y sus Model Kits o «Gunpla» tienen la capacidad de moverse gracias a las misteriosas Particulas Plavsky que los componen y son usados en campos de realidad virtual, el Battle System, donde sus constructores realizan simulaciones de batallas, las Gunpla Battle, en distintos escenarios random donde hay tiros, líos y cosha golda. El juego es tan popular que hay seguidores por todo el mundo y cada año se realiza un Campeonato Mundial en Japón, el país en donde surgió toda esta movida. Sei Iori es un joven constructor de Gunpla, que creció toda la vida rodeado de sus mechas preferidos, hijo del 2º Campeón Mundial y con el sueño de ganar el Campeonato y ser el mejor. El problema es que, si bien sus Gunpla están excelentemente construidos, el apesta como luchador. Un día se cruza y ayuda al misterioso, Reiji un muchacho agrandado y simpático e indolente con mucho talento para pilotear y que lo ayuda a ganar su primera batalla y es el inicio de una hermosa amistad que los llevara hasta las puertas del Campeonato Mundial y de ahí a cumplir el sueño de ser los mejores!

Con las intensiones a flor de piel (COMPREN NUESTROS JUGUETES), un argumento simple pero efectivo y las millones de referencias sobre otros show de Gundam que no vi, Gundam Build Fighters parecía tener poco que ver conmigo. Si realmente la seguí fue gracias a sus personajes carismáticos, simples pero bien definidos y sobre todo con buena química se convirtió en un show ameno con mucho buen humor, que con el correr de los capítulos logro posicionarse como uno de mis favoritos. Y es que es muy difícil encontrarse con una anime en donde su producción ama tanto a su franquicia que saca lo mejor de ella en cada episodio y plasma su fanatismo a través de Sei, Yuuki-senpai, Ricardo Fellini o Mr. Ral y trata de mostrar las maravillas de él al indolente Reiji donde es un simple juego pero es el mejor. Es un show de fans para fans (en donde responden las preguntas a los eternos debates de quien ganaría un Kampfer o un Strike) pero también incluye a esos que los miran con incredulidad en su fanatismo exacerbado.

 

Y con razón, porque en casi todos los capitulo hay batallas hermosamente animadas, con un OST variado que incluyo su cuota de j-pop pero tambien tango y flamenco (como el leivmotiv del Meiji) y con animadores legendarios a cargo, como Masami Obari. La característica de estas batallas es simplemente que la diversión pasaba por ver una buena coreografía, la destrucción estaba a la orden del día y el dramatismo pasaba por ganar y perder (del cual nuestros héroes eran inmunes pero disfrazaban la obviedad). Hubo también, sobre todo en la primera parte del Torneo una creatividad en las pruebas donde mostraban momentos poco ortodoxos para un mecha como el partido de béisbol o la carrera de mechas locos. El problema que le encontré es que cerca del final muchos golpes finales se repitieron hasta tornarse aburridos como el Build Knucle cuando esperaba la capa de Partículas o algo distinto.

Como dije antes algo que me mantuvo al pie del cañon todo los lunes fue que los personajes lograron compensar con su personalidad la simpleza de la historia (un simple shonen de aventuras). No encontré ninguno que fuera desagradable y aun los que están de adorno y exposición como la insulsa China a la que Rinko, la MILF, shipeaba con el ñoño de su hijo, tenían cierto encanto. Sei y Reiji fueron una dupla que se complementaban bien y con mucha química (lo que le gano el mote de Boyfriends al anime) y su crecimiento se dio naturalmente. Yuuki-senpai, aka Meijin Kawaguchi the 3rd, fue quizás el antagonista principal que con su sombra y habilidad fue el que motivo a Reiji y sacarle su espíritu competitivo y hay que decirlo verlo seriamente de chuuni daba risa.

 

Los demas rivales temporales, que tenían ellos mismos un subplot interesante, aportaron sus experiencias en cada batalla y eran tan variados como la «rareza» de sus país de origen se lo permitía y lo mejor es que la mayoría, una vez defendido aportaban su gracia al show como el italiano Ricardo Fellini, la idol Kirara o el negro weeaboo de Nils Nielsen. Hay que decirlo hubo también una tendencia a demonizar a aquellos rivales que no pensaban igual que los protagonistas, como los Renato Bros (argentos y soberbios)  que se tomaron muy en serio su batalla y usaron trucos «sucios». Mención especial para la hermosa Aila, cuyo problema con los Gunpla y relación tsunderesca con Reiji fueron uno de los subplot mas deliciosos y con mas enganche en toda la serie.

Quizás no fue la mejor manera de entrar en esta franquicia que Sunrise lleva mas de 30 años con películas, reboots, universos alternativos, amores y odios fuertes, en donde me habré comido mas de alguna referencia oscura y no tanto, pero agradezco haberla visto. Gundam Build Fighters es un anime del que no me acordaba divertirme tanto en serio. Personalmente la ame y le pondría 10 pero con toda la objetividad lleva un merecidisimo 8/10 y puedo decir que Gundam Boyfriends cumplió con su objetivo. Ahora quiero gastar los yenes que no tengo en un Gunpla.

Kawaguchi pls, STOP